Cuarentena en medio de múltiples contradicciones
Diana Carboni, desde Campinas, San Pablo, Brasil
Diana Carboni, gualeya que vive junto a su esposo y su hija en Campinas, Estado de San Pablo, Brasil, comparte con nosotros la experiencia de este tiempo de coronavirus en un país que es “una nave enorme en alta mar, en medio de la tormenta”.
"Vivo hace 26 años en Campinas, estado de São Paulo. Con mi familia estamos transitando esta situación con relativa calma si comparamos con otras situaciones. Somos solamente tres personas en una casa que afortunadamente tiene un patiecito y, por ahora, tenemos el salario asegurado. Las restricciones son menos severas que en Argentina, pero dos de nosotros pertenecemos a grupos de riesgo, así que restringimos las salidas al súper y a la farmacia, con la consabida ceremonia de desinfección de coche, personas y compras.La cuarentena que en nuestro caso comenzó autoimpuesta, nos forzó a encarar aceleradamente las tareas docentes de siempre desde otro ángulo. A aprender a manejar plataformas virtuales, preparar nuevos materiales y repensar las estrategias de enseñanza y aprendizajeNo hay gobierno en el planeta fincado en terreno firme, pero Brasil parece una nave enorme en alta mar, en medio de la tormenta y con un lunático al comando. Inicialmente, ante la actitud negacionista del gobierno federal, cada gobernador e intendente comenzó a tomar sus propias medidas por lo que las prohibiciones y permisos se superpusieron.Con un congreso reposicionándose y la prensa vacilando entre defender el aislamiento o mantener el apoyo a la política económica, la sociedad se encontró desguarnecida y sin entender cuál era la mejor conducta.Ahora por lo menos algunas cosas quedaron más claras. Mientras gobernadores y congresistas intentan limitar la circulación, el presidente seguirá negando fondos e instigando a la apertura de shoppings, juegos y cultos religiosos, no importa cuánto sea atropellado por los hechos.La confusión es propia de emergencias, pero aquí llega a niveles circenses: Bolsonaro se filma abrazando gente y entabla una guerra televisada con su propio ministro de salud. Por dos veces se ha anunciado su destitución de mañana, y por la tarde el ministro ha aparecido, readmitido, en una conferencia de prensa y desautorizando el uso del remedio que el presidente promociona.Nadie puede alegar sorpresa ante estas contradicciones. Bolsonaro, que hizo campaña atacando a la política, vivió de la política los últimos 28 años como diputado federal. Se dice temeroso de Dios, pero defiende abiertamente la tortura y ataca minorías. Se declara nacionalista y cede recursos estratégicos a potencias extranjeras.Campinas tiene casi la población de Entre Ríos, San Pablo la población de Argentina. Es un estado rico, pero la mayoría de infectados está aquí. Universidades estatales e institutos de investigación, hospitales y personal de salud le ponen el cuerpo al virus. La población está a merced de las milicias de 'fakesnews' y de la subnotificación que es un secreto a gritos. A nosotros nos resta prudencia extrema y solidaridad hacia la gente que no puede elegir guardar distancia." ----------------------------------------------------N. de E.: La Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), en el estado brasileño de Sao Paulo (sureste), es la mejor de América Latina, según el ranking mundial divulgado por la institución británica Times Higher Education, que analiza 81 instituciones de educación superior en la región. Al subir al puesto número uno de la lista la Unicamp desplaza a la Universidad de Sao Paulo (USP), primera colocada en 2016 y que ahora queda en segunda posición.La Unicamp depende de los fondos públicos del Estado de Sao Paulo y está especializada en investigaciones médicas y científicas.
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios