Mercedes Montiel comparte su visita a Turquía
En esta edición, Mercedes Montefiori comparte la segunda parte del maravilloso viaje que realizó junto a su prima María Inés, el que comenzó por Grecia y continuó por Turquía. Con un relato muy expresivo y descripciones muy vívidas nos hace participar intensamente esas maravillas.
"¡CAPADOCIA! Otro capítulo en este recorrido increíble. Desde un idioma inentendible para nuestros oídos, hasta multitudes en todos los lugares, donde ese mismo idioma suena TAN fuerte ¡que parece que permanentemente están enojados! Con el castellano o español es difícil conectarse..., con inglés e italiano y señas, nos dábamos a entender. Después de pasar por Estambul y Ankara (capital de la República de Turquía), recalamos en GÖREME, en la región de Capadocia. Pero antes de relatar la experiencia vivida allí, les dejo la impresión y admiración que inspira la vida y obra de MUSTAFÁ KEMAL ATATÜRK, fundador de la República de Turquía, hombre que fallece joven, pero que instala reformas y crea un estado democrático y laico, da el voto a la mujer, unifica la educación para ambos sexos permitiendo que niños y niñas compartan las horas escolares, un visionario que sembró obras e ideas y que hoy su pueblo le rinda el homenaje como su máximo referente. Así lo atestiguan sus calles y un magnífico mausoleo donde se lo venera a diario. MUSTAFÁ KEMAL ATATÜRK, un nombre para no olvidar.Ya en Capadocia, nos preparamos para la aventura y hasta el último momento nos preguntábamos... ¿subo o no subo? Marchamos en plena madrugada y con muchísimo frío a la zona donde cientos de globos aerostáticos se preparaban para despegar. Eran las 5 y 30 hs. de la mañana; ¡la oscuridad era total y el paisaje fantasmagórico! Luces por todos lados, desde las formaciones rocosas, de los autos (¡por cientos!) llevando a los turistas y de los globos que van levantándose del suelo como fantasmas gigantes con sueño... Una vez erguidos despliegan un bellísimo colorido. ¡Entonces subimos...! A mí me hicieron "sillita de oro", pero a mi prima ¡casi, casi, le quiebran la pierna!A esa altura de la aventura, nuestro corazón era un galope desbocado. Y de repente, sin percatarnos de nada, estábamos arriba, volando, marchando... a más de 700 metros. No sentíamos frío, el silencio nos llamaba y la paz era una realidad...; sentí que estaba de la mano con DIOS... Y me sentí bendecida, y aún ahora, mientras recuerdo y escribo, ese sentimiento se repite. El viaje dura alrededor de 50 minutos y se recorre Capadocia con una visión privilegiada, el mismo recorrido que luego haríamos caminando, visitando por dentro esas formaciones naturales donde el hombre cavó su lugar para vivir y defenderse, allí, donde cavó templos para sus necesidades espirituales, con capillas muy pequeñas con frescos aún conservados, que no han sufrido erosión, ni deterioro a pesar de tantos miles de años transcurridos.GÖREME, donde estaba nuestro hotel, es mágico por ese paisaje lunar con tan y tantas extrañas formas.Olvidé contar que al descender del globo, nos esperaban con una copita de champan... y ¡estábamos con el estómago vacío! Pero igual brindamos por la VIDA, que nos supo y sabe dar tanta belleza para disfrutar y cuidar. ¡Una experiencia única!!!"
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