André Baranoff cerró su estudio de calle 9 de Julio
“Fueron días muy difíciles que hasta me costaron lágrimas”
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André Baranoff, fotógrafo de larga y reconocida trayectoria ha cerrado definitivamente su estudio de calle 9 de Julio donde estuvo ubicado desde hace 42 años. Nos imaginamos que fue un momento muy difícil y nos dispusimos a conversar con él. Son tantas las anécdotas que necesitaríamos varios diarios para compartirlas con ustedes. La charla fue muy extensa, en un ir y venir por historias, modelos, carnaval, las imágenes de la serie A Campo Abierto que encierra cada una su historia, las fotos comerciales, las publicaciones en revistas de mayor tirada como 7 Días, Para Ti, Radiolandia, Patagonia Cero y los diarios La Prensa, La Nación, sus exposiciones en ATC, en Europa y en Rusia, en solones de bancos, de diferentes instituciones, entre ellas el Club Social.
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André ha mostrado al mundo nuestras fiestas, paisajes, bellezas. En forma particular casamientos, cumpleaños, fiestas de 15 años, colaciones, bailes de recepción, los más bellos rostros de niños tomados en concursos que eran muy convocantes y postales de nuestra ciudad para los turistas.
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“Yo vivía en Concepción del Uruguay, donde hice una gran amistad con “Los Iracundos”. Estuve con ellos casi 40 años, incluso en Chile. Eran hasta tres actuaciones por noche, un ir y venir constante. Pude estar cuando les entregaron el Disco de Platino.
A mediados de los 70 me vine a Gualeguay. Tres familias de acá me invitaron para que me viniera con todo pago por 6 meses y me instalé en el local la calle de San Antonio, al lado de Cazote. Estaba todo listo, así que decidí quedarme. Traje a mi familia desde Concepción del Uruguay y nos instalamos acá. Hicimos muchas fotos, incluso fotografía aérea de la ruta de Zárate, de Gualeguay y de Concepción. También trabajamos mucho en corsos, casamientos, cumpleaños, comerciales….pero lo que más me gustaba era el campo y su gente.
-Trabajaba mucho en publicidades de ropa, mallas, todo eso. En aquel tiempo había marcas que hoy ni recuerdo. Conocí varias modelos en los canales donde hacía fotografía, y un día se me presentó un trabajo más grande, exclusivo de mallas y jeans. Coincidió que llegó Sonia Pepe que iba a entrar a una agencia de modelos a buscar trabajo. Era muy bonita. Justo la intercepté en la puerta. Carola, que estaba conmigo, me dijo: “André, hablemos con esa chica”. Hablamos, nos pusimos de acuerdo, y resultó que era de Baradero. Un cuñado mío también es de Baradero, y conocía a su familia. Sonia averiguó quién era yo, habló con su hermano, y ahí empezó la amistad. Enseguida vino a Gualeguay y empezamos a trabajar juntos. Hicimos muchas fotos en diferentes lugares, entre ellos El Palmar de Colón, al igual que entre otras modelos. También estuve cuando la eligieron Reina del Esquí en Esquel. En nuestro carnaval se lució y fue Reina. Teníamos una muy buena relación con su familia y es así que saqué las fotos de su casamiento con Bambino Veira. Con ella y otras modelos hice muchas fotos. La foto más linda que tengo de esa época fue cuando todavía estaba en el negocio viejo, en San Antonio. Organicé la filmación de la primera película sobre el Carnaval de Gualeguay, en el año 80… o 81, no recuerdo bien. Había dos comparsas: “Si Si” y “Macumba”. La película se llamaba “Gualeguay Hoy”. Sonia bajaba de un auto cero kilómetro, se lucía, se filmó todo. La película empieza con esa escena. Después la proyectamos en el Teatro Italia. Nunca vi tan llena la sala como con esas proyecciones. Durante una o dos semanas estuvo lleno todos los días. Todos querían verse en la pantalla.”
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Volvamos al local de calle 9 de Julio: “-Tuvimos que trabajar mucho antes de instalarnos porque antes había estado una mueblería, luego una confitería, y más adelante una comparsa hacía allí todos los trabajos. Nos llevó un mes ponerlo en condiciones.
A ese local también vino Sonia Pepe y también conocí a Yuyito González con quien hicimos muchas fotos exclusivas porque buscaba llegar rápido a la fama. Alguna de ellas también en El Palmar. Recuerdo que hicimos un desfile en el local, invitamos a gente de Gualeguay con quienes ya tenía contacto. Desfiló Sonia Pepe, vino Rinaldi de Paraná como locutor, y también estuvo un actor francés que estaba en Buenos Aires, en la Alianza Francesa.”
Hablemos de las exposiciones: “Expuse en ATC las fotos de “A campo abierto” con literarias de Roberto Romani que ya me seguía en las muestras. Roberto vino al ATC. En ese tiempo trabajaba como periodista, hacía reportajes, ya estaba en la radio. Iba con su valijita y un micrófono. También expuse en Rosario, en el Museo Bernardino Rivadavia, hice muestras en distintos bancos, galerías y salones como el del Club Social que repetimos hace un año atrás como una retrospectiva. Expuse en Europa y Rusia. Hay muchas familias y firmas comerciales que adquirieron mis trabajos y los lucen en sus salones. Las fotos de campo fueron muy importantes para mí porque amo el campo, su gente, el trabajo que hacen. Entre otras personas, estoy muy agradecido a doña Sara Salas de Berisso que me permitió tomar fotos en sus estancias “La Libertad” y “La Conchera”. Las fotos más grandes son la de los italianos, Ferrucci. También Santa Rosa, Las Cabezas… en todas hice fotos aéreas. Después se las vendía. En Las Cabezas vinieron periodistas de Buenos Aires a ver cómo se hacían las fotos de campo. Tengo más de 200 notas publicadas en diarios”.
Volvamos a las vidrieras de local, eran como el Facebook de ahora; “Sí, todo el mundo se detenía a mirar las fotos, hacían cola para mirar y elegir, era una buena publicidad, hasta que llegaron los teléfono celulares que toman fotos y muchos se paraban frente a la vidriera para lograr sus propias fotografías. Cuando nos dimos cuenta, decidimos no exponer más y los muestrarios estaban dentro del local.
Desde hace 2 años estuvimos que nos íbamos y nos quedábamos, pero llegó el momento de ordenar todo para dejar vacío el local. Fue un trabajo de mucho tiempo. Pero tuve que hacer una selección, porque no sabía dónde guardar todo: ni los negativos ni los muestrarios. Me dolió especialmente tener que desprenderme de los negativos, porque de ahí se puede sacar mucho. Había casi 10 millones de negativos, en total unos 15 millones de imágenes. Imaginate, bolsas y bolsas y bolsas de negativos. Y bueno, me quedaron algunos que todavía conservo porque son los más conocidos.
¿Y ahora?: “-Armé un pequeño estudio en mi casa donde guardé lo que más me interesaba. Ahora, muchas veces me llaman chicas o matrimonios: “André, ¿no te quedó algo de tal fecha, tal evento?” Y si lo tengo, se los muestro, se los vendo. Pero todo eso ya pasó, por suerte.
Ahora estoy con la computadora, con la cámara, sigo haciendo fotos. Estoy preparando una exposición. Una puede salir antes de fin de año y la otra el año que viene. Hay una exposición prevista por la Dirección de Cultura de la Embajada de Francia. A esa no la pude hacer antes por un problema personal. Cuando tuve que dejar el negocio, no podía ocuparme de las dos cosas. Pero el proyecto sigue en pie, como yo que sigo sacando fotos cuando me invitan o me entero de algún acontecimiento importante. Pero ahora trabajo distinto, con la computadora, en mi casa y, cuando me piden o tengo deseos de volver atrás busco negativos, fotos, revistas que han registrado mis imágenes”