Se desarrolló en el Hospital San Antonio
Charla sobre Dermatitis Atópica: Abordaje médico y emocional para mejorar la calidad de vida
El pasado viernes, el auditorio del Hospital San Antonio fue escenario de una jornada dedicada a la dermatitis atópica, una condición crónica de la piel que afecta tanto a niños como adultos.
La actividad estuvo dirigida a profesionales de la salud y al público en general, con el objetivo de informar, sensibilizar y compartir herramientas de abordaje interdisciplinario para una enfermedad que aún requiere mayor visibilidad.
La charla estuvo a cargo de la doctora Cecilia Cavallo, médica especialista en alergia e inmunología, y la licenciada Silvana Venturini, psicóloga y especialista en psicodermatología, ambas provenientes de la ciudad de Paraná. Estuvo presente el director del hospital, Mauricio Besimsky, quien agradeció la presencia de las disertantes y el interés de los asistentes.
Una problemática común con impacto profundo
Antes del inicio de la disertación, tomó la palabra Sandra Pereyra, enfermera y madre de un paciente con dermatitis atópica, quien fue una de las impulsoras del encuentro. “En Gualeguay contamos con muchos pacientes con esta problemática. Hay falta de información y educación sobre el tema, por eso estamos muy agradecidas con las profesionales que vinieron a compartir sus conocimientos”, expresó.
Qué es la dermatitis atópica
La doctora Cavallo explicó que la dermatitis atópica es una inflamación crónica de la piel, caracterizada por picazón intensa, enrojecimiento, sequedad y lesiones que pueden afectar distintas partes del cuerpo según la edad del paciente. "Es una condición que puede comenzar en la infancia o en la adultez. Tiene una evolución de brotes y remisiones, y cuando no se trata adecuadamente, impacta fuertemente en la calidad de vida", señaló.
Cavallo también enfatizó la importancia del diagnóstico temprano y del tratamiento integral. “Muchas veces los pacientes transitan entre 15 y 20 años con esta patología sin un abordaje adecuado. Por eso es fundamental la educación, la detección de gatillantes —como factores ambientales, alimentos o emociones— y el acompañamiento profesional desde el primer momento”.
El impacto emocional y la mirada integral
Por su parte, la licenciada Venturini abordó los aspectos psicoemocionales asociados a la enfermedad. “La piel es un gran receptor y mensajero de las emociones. Acompañar al paciente con enfermedades crónicas de la piel implica trabajar también con su entorno: la familia, la escuela, el lugar de trabajo”, explicó.
Según Venturini, uno de los principales desafíos es generar un entorno comprensivo y empático. “La visibilidad de los brotes, el dolor, la imposibilidad de realizar actividades cotidianas generan angustia, frustración e incluso aislamiento. Todos, como comunidad, podemos ser gestores de bienestar”, subrayó.
Recomendaciones prácticas
Además de los aspectos clínicos y psicológicos, se compartieron recomendaciones prácticas para pacientes y cuidadores: el correcto tratamiento de la piel, la hidratación constante, la identificación de factores desencadenantes, el manejo del estrés y las estrategias para actuar ante un brote.
La actividad finalizó con un mensaje común entre las profesionales: educar, acompañar y atender integralmente a quienes padecen dermatitis atópica, para mejorar su calidad de vida y reducir el impacto que esta enfermedad tiene en lo físico, lo emocional y lo social.