Por Ana María Zanini
Espacio de Psicología, hoy: La Obesofobia
"¿Es ser gordo lo peor que un ser humano puede ser? ¿Es peor ser gordo que ser vengativo, envidioso, superficial, vano, aburrido o cruel? No para mí."
Pocrescofobia, palabra hasta ahora desconocida para mí, este término se refiere al miedo, completamente absurdo, a las personas obesas o al hecho de aumentar de peso. Originalmente llamada "fat phobia" (obesofobia), fue acuñada por investigadores que estudiaron el deseo de algunas personas de querer perder peso, lo que va progresando hasta convertirse en una especie de adicción. Aun así, la ansiedad que entra en juego por el deseo de perder peso rápido y compulsivamente, somete al sujeto a una presión que no podría soportar y se produce el efecto contrario. Esta fobia podría estar en el origen de la anorexia y bulimia, y se caracteriza por el rechazo continuo de los alimentos, acompañado de vómitos provocados y adelgazamiento extremo.
De la pocrescofobia se deriva un problema muy grave: el rechazo o temor a las personas que tienen una gordura exuberante. Normalmente se sienten asqueados o, extrañamente, temen que sujetos netamente obesos provoque algún daño sobre ellos.
La historia se ha repetido muchas veces en los últimos años: una modelo de talla grande es portada de una revista y desata una tormenta de reproches a la publicación por idealizar la obesidad, algunos elogian la confianza de la maniquí por ser feliz consigo misma, otros critican esto por el tema de promover algo considerado negativo, acá tenemos otro término llamativo al menos para mí: gordofobia, un sesgo por el cual se discrimina y menosprecia, consciente o inconscientemente, a las personas percibidas como rollizas. "La gordofobia podría definirse como un sentimiento de repulsión hacia quienes sufren exceso de peso y se apartan de los patrones estéticos establecidos",
Los estigmas generan exclusión y, de esta manera, también generan desigualdad en el acceso a oportunidades. En tiempos donde estos temas están puestos sobre la mesa, existen también otro tipo de exclusiones sociales que se ejercen como micro violencias en el día a día, tal es el caso del discurso que estigmatiza al obeso.
Lo polémico de hablar de estos términos es que, al final, está basado en el discurso médico que predomina en el siglo XX, ya que la obesidad está descrita médicamente como una enfermedad. Paradójicamente, es el resultado en parte, de la movilización de ciertos discursos excluyentes que son promovidos desde las voces médicas.
Ante todas estas designaciones estamos atestiguando cómo un concepto de estigma social, sobre el que ya se llamaba la atención desde hace varias décadas en círculos académicos, empieza a permear en los discursos de las personas que se han sentido identificadas con este fenómeno. Los medios de comunicación y la sociedad juegan un papel decisivo señalando que lo ideal es tener una figura perfecta, esto podría conducir a un "repulsión" hacia todos aquellos hombres o mujeres que no posean cuerpos esbeltos. Cada vez más chicos se preocupan por su peso, están pendientes de lo que comen y piensan que se sentirían mejor si fuesen más flacos. La Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA) realizó una encuesta en escuelas y determinó que el 35,44% de los adolescentes teme subir de peso. "Lo curioso de estos datos es que se trata de personas con patrón normal de alimentación.
Son adolescentes que creen que si fueran más flacos tendrían más éxito", se señala. Un trastorno de la conducta alimentaria es una perturbación persistente en el comer o en las conductas relacionadas con la comida que alteran el consumo o la absorción de alimentos y deteriora la salud física o el funcionamiento psico-social.
"Que los chicos estén tan preocupados por la imagen corporal da idea del sometimiento a un patrón de época que prioriza cuerpos escuálidos"
Hasta hace algunos años el sobrepeso y la obesidad eran percibidos como un problema de los países desarrollados. En la actualidad, el problema se extendió al mundo entero.
El crecimiento mundial de los índices de obesidad infantil es producto de una multiplicidad de factores, entre los que se destacan:
Dejaré de lado los aspectos del tratamiento que competen a otras disciplinas ( es importante la multidisciplinariedad) y tomaré brevemente el tratamiento psicológico en la obesidad de niños fundamentalmente: este apoyo tiene como objetivo disminuir la ansiedad y mejorar la autoestima, esto es : cortar el círculo vicioso: la ansiedad hace que el niño(a) siga comiendo; secundario a esto aumenta de peso ; muchas veces por su aspecto físico es motivo de burlas en su colegio o con sus pares lo que lo hace bajar su autoestima, acarreando aislamiento social y depresión. Lamentablemente, las personas que padecen este problema de salud son fuertemente estigmatizadas tanto en la escuela como en el ámbito laboral. Esto acarrea la mengua del autoconcepto, incrementando la ansiedad y empeorando sus relaciones personales. la psicología tiene larga experiencia en el desarrollo de programas de promoción de la salud, por lo que debería ser tenida en cuenta en la elaboración de estrategias preventivas de la discriminación, en este caso específico, de las persona obesas.
"...todos somos iguales cuando de dolor y enfermedad se trata alli no hay diferencias por que el dolor ataca a ricos y pobres por igual cultos e ignorantes blancos o negros se compasivo cuando alguien te diga que "tiene un dolor" recuerda que a ti también te puede pasar ..."