Gualeyos
Nicolás Fiorotto: Nuestro viaje a Perú
Gastronomía, cultura e historia en un solo destino
Después de un verano colmado de trabajo, Nicolás Fiorotto y Adrián Saracco tomaron unas hermosas vacaciones. En esta oportunidad el destino fue Perú. Nicolás nos cometa las experiencias en ese bellísimo destino.
Desde hace un tiempo Perú es uno de los destinos más requeridos de Latinoamérica. Y nos propusimos recorrer sus lugares más famosos.
Llegamos a Lima, llamada “Ciudad de Reyes”, llamada así por ser fundada un 6 de enero. Lima es la capital de Perú, una ciudad con más de 4 millones de habitantes. Debe su nombre a Rimac, río que cruza su geografía y que en idioma quechua significa: “el que habla”.
La ciudad de Lima tiene mucha historia. Es que desde la llegada del español supo ser una de las ciudades más bellas y pujantes de toda América. No obstante en las décadas del 80 y 90 sufrió el asedio del grupo terrorista “Sendero Luminoso”, que prácticamente sumió a todo Perú en la miseria y el descontrol. Lima perdió por entonces toda su belleza, y sus edificios más característicos fueron desmantelados y puestos en ruinas. Sin embargo desde hace una década la ciudad reflorece y hoy se puede ver el esplendor de sus calles, la edificación colonial restaurada, la plaza de Armas y el amor por su libertador y primer administrador: nuestro querido y respetado José de San Martín. Es que la segunda plaza más importante de la ciudad lleva su nombre.
Se puede decir que Perú es elegido por los turistas por dos grandes atracciones: su historia y su gastronomía.
La gastronomía peruana es una de las más reconocidas del mundo. Degustamos platos de una variedad impresionante de productos y condimentos: quizás el más famoso sea el ceviche. Perú tiene en su comida una fusión perfecta entre los sabores marítimos y andinos, mezclados con el asiático: hay una importante comunidad china y japonesa, que le han dado a Perú ese toque excéntrico y muy especiado a su comida. Todo esto, sumado a las más de tres mil variedades de papa y tubérculos, especias, frutas y demás productos culinarios heredados de las culturas originarias. Es que Perú posee mar, montaña, sierra y selva, una geografía privilegiada para el cultivo y la extracción de todo tipo de comida. Y no es para menos, ya que Perú posee 87 de los 114 microclimas que existen en el mundo.
La historia en territorio peruano es una de las más significativas de toda América del Sur: allí nació la civilización y el imperio Inca, una de las mayores comunidades prehispánicas, tanto por sus conocimientos en diferentes áreas, como por su expansión territorial, abarcando hacia el año 1500 territorios de Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina.
Precisamente por la historia y la cultura, nuestro segundo destino fue Cusco, capital del antiguo imperio Incaico y posteriormente del Virreinato del Alto Perú. Su nombre en idioma quechua significa “ombligo”: Era el centro geográfico y político del imperio Incaico, el Tahantinsuyo, y por ello el nombre.
Llegar a Cusco (enclavada a 4 mil metros sobre el nivel del mar) es llegar a la historia viva: una ciudad moderna y pujante, pero manteniendo las construcciones incaicas en un estado de conservación y admiración que vale la pena visitar.
(continuará)