Dr. Bartolomé Vasallo
Precisiones acerca de lo expresado por Javier Milei sobre los trasplantes de órganos
Ante las expresiones del candidato a presidente Javier Milei con respecto a los trasplantes de órganos, el Dr. Bartolomé Vasallo, prestigioso profesional de la medicina, que formó parte del INCUCAI, nos brinda estas precesiones para que apreciemos lo inexactos, desafortunados y lamentables que fueron los conceptos del aspirante a la Presidencia de la Nación.
“Las expresiones de Javier Milei, en este último debate de los candidatos presidenciales, referidas a la donación y a los trasplantes de órganos, fue verdaderamente lamentable y de una falta de responsabilidad absoluta.
-Lamentable porque es una total falsedad cuando él habla de corrupción; sería bueno que aclare a qué corrupción se refiere porque sus expresiones, lo que han hecho es ofender al INCUCAI como institución que tiene una organización impecable y siempre se ha caracterizado por su transparencia y es ejemplo en Sudamérica su funcionamiento en la distribución de órganos. Pero, además de ser una falsedad lo que dijo y, llamativamente, lo dijo con una seguridad como si él supiera que claramente hay una enorme corrupción, cuya obligación sería que lo demuestre y lo denuncie, es irresponsable porque además ofende a la sociedad trasplantológica, ofende a todos los que hemos estado en la actividad. También es irresponsable porque está tocando un tema muy sensible para aquellos pacientes que están en una situación crítica de su salud, quienes están esperando un órgano y saben que si ese órgano no llega se mueren. Hay que estar o haber estado en contacto con esos pacientes y sus familias para saber la angustia que genera esa situación. De nuevo, saber que si no les llega el órgano se morirán y escuchar por televisión a un irresponsable que dice que en la donación de órganos hay corrupción y hay venta de órganos, hay que ponerse en el lugar del paciente que está escuchando eso y de su familia. Llegan a descreer absolutamente de todo, pero, lo peor es que es totalmente falso.
-Entiendo que la política es el arte de lo posible y puedo llegar a comprender los devaneos discursivos de las distintas tendencias políticas para ganar un lugar; pero esto ya pasa los límites, es de una irresponsabilidad y una falsedad absolutas.
Si comprendiera en qué consiste un trasplante de órgano, se daría cuenta de que es imposible la corrupción a la que se refiere Milei; en esto, me siento con autoridad moral para hablar porque fui parte del INCUCAI cuando estaba en actividad y hacía los trasplantes de pulmón; integré los consejos asesores del INCUCAI y sé cómo hemos trabajado, las reuniones que hemos tenido y las horas en las que hemos estado analizando la mejor manera de distribuir esto. En definitiva, no hemos inventado nada, sino que hemos copiado lo que se hace en otros lugares del mundo; de manera que conozco muy bien el funcionamiento del INCUCAI y cómo es la distribución de órganos.
-La distribución de órganos se hace en forma absolutamente cronológica; para obtener un órgano, cualquiera sea, se establece una lista en el INCUCAI, por fecha de inscripción del paciente y se distribuye por orden estrictamente cronológico. La única forma que un paciente tiene de adelantarse a otro es en los casos de urgencia o de emergencia donde, evidentemente, el trasplante hay que hacerlo rápidamente o si no el paciente fallece por la situación clínica grave. Esos casos en los que se declara la urgencia o la emergencia son los únicos en los que hay prioridad para que un paciente pueda trasplantarse antes que otro; no existe ninguna otra posibilidad de que un paciente se adelante en una lista de trasplantes.
-Por otra parte, hay que entender que un trasplante es un procedimiento de altísima complejidad, que no se puede hacer en cualquier lado, que no se puede extraer un órgano en cualquier lugar como quieren hacer creer. Se requiere todo un equipo, toda una infraestructura; sólo se puede hacer en instituciones que están equipadas para tal procedimiento. La ablación del órgano donante se hace en los servicios de terapia intensiva y no todas las terapias intensivas están entrenadas y tienen la suficiente infraestructura para mantener los órganos viables para ser trasplantados; porque, en definitiva, el órgano que se le saca a un individuo que ha fallecido, se lo mantiene con sangre circulando, para que no se “eche a perder”, en forma artificial; necesita, también, determinadas condiciones. Todo esto requiere una infraestructura, una estructura médica y una institución entrenadas. A su vez, la institución que hace el trasplante no puede ser cualquiera; tiene que estar autorizada por el INCUCAI y conseguir esa autorización cuesta mucho esfuerzo. Hay que probar que se tienen los elementos necesarios, los quirófanos adecuados, las terapias intensivas adecuadas donde se recuperan los pacientes, etc. Hay que pensar que en un trasplante intervienen diez, doce, quince profesionales, entre anestesistas, cirujanos, instrumentadoras, infectólogos. Entonces, es imposible la corrupción a la que se refiere Milei cuando interviene tanta cantidad de gente. Tendría que ser una enorme cantidad de gente, todos corruptos, todos puestos de acuerdo; es un disparate que lo único que hace es confundir a la población; sobre todo, generar angustia a los pacientes que están esperando un órgano.
-El órgano requiere ser trasladado, desde el lugar en donde se le saca al donante al momento y lugar del implante, en condiciones muy estrictas de frío, de conservación. Lo que se llama el tiempo de isquemia, es decir, el tiempo que transcurre desde que se extrae el órgano y se implanta, según qué órgano sea, puede ser más largo o mucho más corto. Durante ese lapso no le circula sangre y si es tiempo es prolongado se puede deteriorar y ya no servirá para el trasplante. De manera que, hay órganos, como en el caso nuestro de pulmón, que tienen pocas horas de tiempo de isquemia; si la isquemia se prolonga un poco, ese órgano ya no sirve.
-Además, me quiero referir a lo que Milei dijo acerca de los trescientos mil fallecimientos por año en el país, cuando manifestó que el número de trasplantes es muy poco, como dando a entender que pasaba algo raro en el medio de esa situación; es, también, otro disparate porque no son trescientos mil órganos que sirven para ser trasplantados. El señor Milei ha mostrado un desconocimiento absoluto, ni siquiera se ha hecho informar de cómo es el procedimiento. Hay trescientos mil fallecimientos por año, de los cuales sólo un bajo porcentaje de los órganos sirve para ser trasplantado. No todos los órganos de los pacientes que fallecen sirven para ser trasplantados. Si en el lugar que fallece el paciente, no hay una infraestructura adecuada para mantener los órganos en las condiciones adecuadas, entonces esos órganos no sirven. En todos lados del mundo hay una baja proporción de órganos útiles para ser trasplantados en relación al número total de fallecidos. Eso es un problema acá y en todo el mundo. Por eso nació lo que se llama Ley de Donación Presunta que establece que todo individuo que fallece es donante, excepto que haya hecho una declaración personal mediante la cual se opone a ser donante. De lo contrario, todo individuo que fallece es donante presunto, lo que no significa que los órganos de cualquier persona fallecida sirvan. De ahí que el número de trasplantes no tiene ninguna relación con el número total de fallecimientos por año y por eso, también, que las listas de espera son largas. En todo el mundo hay un porcentaje de pacientes en lista de espera que fallecen porque no llegan órganos, no se consiguen. Entonces lo que dijo Milei acerca de la relación entre la cantidad de gente que fallece y los trasplantes que hay, como dando a entender que en esa falta de relación, en el medio, hay corrupción, es un disparate total. Creo que al señor Milei habría que pedirles explicaciones sobre qué es lo que quiso decir, porque el impacto social, sobre todo en la población que está esperando un órgano, es muy grave y muy grande.
-Hay otras cuestiones fundamentales: primero, hay una edad máxima para ser donante; segundo, tiene que coincidir el grupo sanguíneo; tercero, tiene que haber cierta similitud de tamaño entre los órganos correspondientes; cuarto, los pacientes fallecidos por politraumatismos, en general, no tienen órganos utilizables para trasplantar; quinto, los órganos de los fallecidos por cáncer tampoco son utilizables para trasplantes. Es decir que, además de que los órganos son escasos por condiciones específicas, se le agregan todos estos factores mencionados; por lo que puede haber un donante para un paciente a quien le toca el trasplante, pero ese donante no sirve por alguna incompatibilidad con esos factores u otros. Es muy complejo el tema; no se puede decir lo que se dijo sin conocer en profundidad la problemática de los trasplantes”.