Gualeyos por el Mundo
Sofía Reynoso en Atenas, Grecia
Hoy viajamos a una de las cunas de la civilización occidental, nada menos que a Atenas, ¡sí, Grecia!, pues nos comunicamos con Sofía Reynoso, una joven gualeya con ansias de conocer el mundo, de buscar nuevas oportunidades, a las cuales encontró. Muy a gusto, está residiendo en Atenas hace bastante tiempo. Pues, allá vamos con Sofía.
Mi primera experiencia viviendo en Europa fue en el 2016 en Países Bajos; fui con una visa que me permitía trabajar y vivir ahí solamente un año, año que no fue suficiente para mí, así que, gracias a que mi mamá leyó en algún lado algo sobre la posibilidad de obtener la ciudadanía italiana (antes de esto no tenía idea de que tal cosa era posible), volví a Gualeguay sólo pensando en juntar los papeles necesarios para hacerlo e irme de nuevo a Países Bajos porque había quedado enamorada de esos lugares.
Luego de unos meses buscando partidas de nacimiento y mil cosas más, por fin me fui a Italia, más específicamente a Rímini, a hacer el trámite ya que era mucho más rápido que hacerlo en Argentina y, luego de tres meses ahí, ya era ciudadana italiana con DNI y pasaporte. Me quedé en Italia otros cinco meses mientras conocía lugares y comía cosas ricas, obvio, y luego decidí empezar a buscar trabajo en Países Bajos nuevamente, que era donde yo quería vivir.
Por algún motivo, mi currículum terminó en manos de una empresa griega que me ofreció un trabajo en Atenas y yo, que nunca había siquiera pensado en ir a Grecia de vacaciones, acepté y en menos de dos semanas estaba volando a Atenas por primera vez sin saber que después de cinco años iba a seguir acá.
Vale destacar que después de todos los trámites que tuve que hacer y tanto tiempo en Italia sin trabajo fijo, tenía ya muy pocos ahorros, pero tuve la suerte de que la empresa que me contrató me pagó el vuelo, unas semanas en un hotel y me ayudaron a buscar alojamiento en Atenas. Un golazo.
La empresa donde trabajo es muy internacional, hay gente de casi todos los países y continentes, pocos argentinos, al menos que yo conozca (unos cinco). Mi trabajo fue cambiando desde que empecé hasta ahora, pero básicamente trabajo revisando contenido en redes sociales. Al principio trabajaba en una oficina, pero a partir de la pandemia lo hacemos desde nuestra casa.
Atenas es una ciudad un poco caótica, pero al mismo tiempo el estilo de vida es muy relajado, todo el mundo tiene tiempo para sentarse por horas a tomar un freddo espresso (típico café griego frío que se toma tanto en invierno como en verano). En mi trabajo, que está lleno de gente de todo el mundo, siempre es fácil distinguir a los griegos porque, aunque sean las 8 de la mañana y pleno invierno, están afuera tomando su freddo espresso con un cigarrillo en la mano porque eso sí, nunca estuve en un país donde la gente fume tanto.
Los griegos también son un poco como nosotros, se quejan mucho de su país cuando están con otros griegos pero, cuando hablan con un extranjero, es el mejor país del mundo, con la mejor comida, las mejores playas, los mejores paisajes, el mejor idioma… y con la mayoría de las cosas estoy de acuerdo, excepto lo del idioma porque llevo, ya casi 5 años acá y solo se pedir café y algunas pocas cosas más. En mi defensa, vine pensando en quedarme unos pocos meses y lo fui extendiendo cada vez más sin darme cuenta, además en mi trabajo se habla inglés y en la vida cotidiana también me manejo con el inglés sin problemas.
(continuará)