El desarrollo humano, porqué repetimos conductas
Trataré de simplificar el vocabulario técnico para trasmitirles una ponencia del Dr. Juan D. Nasio, porque es un tema apasionante el de la repetición, más precisamente dice “El Inconsciente es la repetición”.
"la vida es la fuerza que hace perseverar cada cosa en su ser". Esto lo dice el filósofo Spinoza, Nasio agrega "todo ser, por el mero hecho de existir, tiende a continuar existiendo y se forzará, por todos los medios posibles, a perseverar en su ser, repetirse y conservarse más allá de las vicisitudes de la existencia. Nuestra existencia es un plebiscito en cada instante de nuestro deseo de vivir. Cada día al levantarnos y hacer lo que tenemos que hacer decimos implícitamente sí a la vida. Sin embargo, ignoro hasta cuándo seguiré reafirmando mi afirmación cotidiana de vivir. Es mi cuerpo quien va a decidir y tras él mi inconsciente. Por el momento, ante mis dos amos, mi cuerpo y mi inconsciente, me someto y me contento con perseverar en el ser. Hoy pronuncio esta conferencia, probablemente mañana pronunciaré otras y mientras mis dos amos me sostengan, yo perseveraré en mi ser, continuaré mi marcha, mi camino. Y lo mismo ustedes; si ustedes están aquí esta tarde es porque también perseveran en su ser: quieren aprender, saber, avanzar, ampliar su Yo. Pues bien, he aquí la repetición que se confunde con la vida; me repito, persevero en mi ser y repitiéndome consolido mi identidad en la continuidad de mi existencia y ello a pesar del tiempo que pasa. Me repito, luego soy. Soy esencialmente el mismo a los seis meses, a los dos años, a los cuarenta y a los sesenta años. Soy el mismo a pesar de los innumerables cambios que me han ido modificando; cambio, pero repitiéndome sigo siendo el mismo. Dice asimismo Nasio que la repetición es un tema universal y eterno, es una realidad cotidiana en nuestros pacientes y en nosotros mismos. El dice que es un proceso misterioso que llama a investigar. Nuestra vida cotidiana late al ritmo de la repetición que el inconsciente nos impone. Ella es positiva cuando nos permite aprender, crear y afirmar nuestra identidad a lo largo de nuestra existencia. Pero la repetición puede también mostrarse patológica cuando ella nos hace revivir, sin que nos demos cuenta, los traumas de la infancia, o nos hace multiplicar las rupturas amorosas, o nos hace sufrir compulsiones y rituales obsesivos. Es también el mecanismo que nos hace depender de una droga, del juego, del sexo, y es el mecanismo que nos hace fracasar repetidamente en los mismos proyectos que emprendemos en la vida. Detrás de ello está el inconsciente, es una fuerza de vida que nos impulsa a repetir los mismos comportamientos felices, pero también es una fuerza de muerte que nos empuja a reproducir compulsivamente los mismoscomportamientos fracasados. La repetición estabiliza, estructura y permite el crecimiento. Pero también existe la repetición de aquello que ha sido patógeno, que ha sido difícil en nuestra infancia y adolescencia, difícil en el sentido de experiencias precoces que han sido excitantes, sensorialmente fuertes y afectivamente intensas. Una experiencia traumática no tiene porqué ser un desgarro masivo, repentino y brutal. Observemos que a veces solamente el Edipo, esa experiencia común a todos los seres humanos, puede ser lo que lleva a la repetición de la neurosis adulta y que produce situaciones de crisis en la evolución del ser humano.Nasio habla de 7 crisis que hacen madurar al niño y al adolescente: "Cuando digo crisis hablo de la lógica generadora de la crisis, hay 3 movimientos en una crisis: lo que el niño perdió, lo que el niño ganó y lo que el niño conserva.Las 7 crisis son: 1- nacimiento-2-destete entre los 3 y los 6 meses-3-el descubrimiento de la marcha y la aparición del lenguaje entre 1 y 3 años-4-la primera escolarización entre los 2 y 5 años-5- el descubrimiento de la vida interior entre los 6 y 7 años-6- el descubrimiento del amor por fuera de la familia entre 13 y 15 años-7- la salida del hogar entre 18 a 25 años.¿Qué es el inconsciente? Sin negar que está estructurado como un lenguaje, que es una estructura del lenguaje, prefiero considerarlo esta tarde como una pulsión, como una fuerza. El inconsciente es la fuerza soberana que nos empuja a elegir la mujer o el hombre con el que compartimos nuestra vida. Sí, es el inconsciente, no es una decisión razonada. Nos empuja a elegir la profesión que ejercemos e incluso nos empuja a elegir, en mi caso yo lo siento así, la ciudad o la casa en la que vivimos. Todas estas elecciones se nos imponen sin saber verdaderamente por qué. Sin embargo, la experiencia clínica me ha enseñado que existe otro poder del inconsciente, más irresistible todavía y al que quisiera consagrar esta conferencia: es el poder de empujarnos a repetir; nuestra vida late al ritmo de la repetición que el inconsciente impulsa. Por encima de todo, el inconsciente es la fuerza que nos empuja a reproducir activamente las mismas conductas felices (en este caso, la repetición es una repetición sana y el inconsciente una pulsión de vida) o la fuerza que nos empuja a repetir compulsivamente -me van a escuchar hablar mucho de "compulsivo" esta tarde- los mismos comportamientos enfermos (en este caso, la repetición es una repetición patológica y el inconsciente una pulsión de muerte).Fragmento de una conferencia de Nasio para un congreso de Investigadores de la UBA. Año 2012.
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