Se robaron camión cargado de biblias
Estaban avaluadas en cerca de $ 500 millones que se robaron. Policía pudo recuperarlas en un parqueadero en Bogotá.
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El pasado lunes se presentó un hecho que dejó atónita a la comunidad religiosa en Bogotá: se robaron un camión cargado con biblias, avaluadas en cerca de 500 millones de pesos.
Los libros religiosos pertenecen al Centro de Literatura Cristiana, que al darse cuenta de que el camión que los transportaba no aparecía, decidió alertar a la Policía.
Ayer, fueron recuperados los textos religiosos, que habían sido hurtados en la localidad de Barrios Unidos. El peso d e la carga se estimó en 5 toneladas. El hurto tenía como fin revender las biblias.
Una vez hecha la denuncia ciudadana, las autoridades pudieron establecer, gracias al sistema de GPS que tenía el vehículo, que el material religioso se encontraba en un parqueadero y estaban descargando las cajas en las que estaban embalados los textos.
En tan solo minutos, la policía llegó al lugar y ubicó al conductor del camión, quien estaba en la parte trasera de un automóvil Renault Logan. Además, se produjo la captura de uno de los delincuentes.
"Mediante labores de búsqueda se activó un plan candado, lo que dio como resultado el rescate de un camión tipo furgón que en su interior tenía 415 cajas llenas de biblias, avaluadas entre 400 y 450 millones de pesos", dijo el mayor Carlos Orozco, comandante de la Policía de Fontibón.
EL TIEMPO consultó con la Arquidiócesis de Bogotá para establecer qué tan usual es esta práctica. La jurisdicción religiosa aseguró que, por parte de la Iglesia católica, no tienen reporte de ninguna denuncia de hurto de textos sagrados y reconoció que las biblias tienen un mercado amplio, con precios desde los 15.000 pesos, en las librerías.
Aunque este hecho parecería poco usual, es conocido como piratería terrestre, y tiene un total de 54 casos denunciados en Bogotá, en lo que va corrido del año. "Los ladrones ya tienen plenamente identificada a la mercancía, que en su mayoría, son insumos o elementos nuevos no perecederos, y que terminan vendiéndose en el espacio público, en ventas informales, o en transacciones por encargo", según Andrés Nieto, experto en Seguridad de la Universidad Central.
Por ahora, se sabe que el hecho es materia de investigación por parte del CTI, que además tiene en la mira a dos posibles sospechosos.
