Dr. Bernardo “Cacho” Gandini
“Camarón que se duerme se lo lleva la corriente…” El cerebro, la creatividad y los recuerdos… 6ª Entrega
El cerebro utiliza una red de neuronas para formar huellas de memoria que conservan vivencias. Este proceso es clave en la memoria humana y en cómo recordamos experiencias. Es posible que nos hayamos preguntado por qué ciertos momentos quedan grabados en nuestra mente como si hubieran sucedido ayer, mientras que otros se desvanecen casi de inmediato. La ciencia de la memoria ha avanzado, revelando cómo almacenamos y recuperamos las experiencias que conforman nuestra identidad. La memoria es un proceso complejo que involucra múltiples áreas del cerebro trabajando en conjunto para crear, consolidar y recuperar recuerdos; no almacena recuerdos como piezas aisladas, sino como redes dinámicas, que se adaptan y evolucionan constantemente. Estas redes se activan cuando nos exponemos a estímulos sensoriales o contextos que nos evocan un recuerdo. Cada vez que experimentamos algo nuevo, estas células forman conexiones entre sí, se activan juntas. Cuando intentamos evocar un recuerdo, el cerebro reactiva las mismas células que se activaron en el momento de la experiencia. La plasticidad sináptica es el proceso mediante el cual las conexiones neuronales se fortalecen o debilitan en función de la frecuencia de sus activaciones. El fortalecimiento o debilitamiento de las conexiones es lo que define qué información permanece en nuestra memoria y cuál se olvida. Recordar un episodio no es simplemente una cuestión de activar una conexión neuronal; requiere de un contexto adecuado que facilite la activación de las células. El cerebro utiliza información del contexto, como el lugar, las emociones y otros detalles sensoriales para facilitar el acceso al recuerdo almacenado. Esto explica por qué un aroma o una canción pueden transportarnos instantáneamente a un momento específico del pasado. El cerebro no sólo recupera recuerdos aislados, sino que puede integrar elementos de varias experiencias en una única narrativa coherente. Esto se debe a que las células de recuerdos similares están vinculadas, se activan redes de memoria más amplias; este mecanismo puede llevar a recordar detalles incorrectos, ya que el cerebro tiende a completar las lagunas en los recuerdos con detalles de experiencias parecidas. Un factor esencial para la memoria es el sueño, en el cual el cerebro reestructura y consolida los recuerdos; se re-activan las experiencias recientes, fortaleciendo las conexiones necesarias para trasladarlas a la corteza cerebral, donde los recuerdos a largo plazo quedan almacenados. La falta de sueño puede perjudicar este proceso, dificultando la consolidación de lo aprendido durante el día.
QUERIDOS LECTORES: Comprender cómo nuestro cerebro crea y recupera recuerdos tiene implicaciones directas en el tratamiento de trastornos de la memoria, como el Alzheimer; conociendo los mecanismos de memoria y el aprendizaje puede ayudarnos a mejorar en el estudio, mejorando la retención de información en forma efectiva, recuperándola cuando se necesita.
“El sexo es una trampa de la naturaleza para no extinguirse”
Friedrich Nietzsche