Suicidio: un llamado urgente-Por Lic. Natalia Matorra — Psicóloga (M.P. 1356)
En estos últimos meses, nuestra comunidad ha atravesado una situación alarmante de pérdidas significativas. En lo personal me duele el alma y lo quiero expresar. Como profesional de la salud mental y como vecina de esta ciudad, siento la responsabilidad de hablar sobre un tema que duele, pero que necesita ser nombrado con seriedad y sin estigmas.
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El suicidio no es un acto de cobardía, ni es una “decisión” tomada desde la libertad plena. Habitualmente es la expresión final de un profundo sufrimiento emocional, asociado a un trastorno del estado de ánimo, una crisis vital intensa o un colapso subjetivo en el que la persona ya no logra encontrar recursos internos para sostenerse.
El suicidio es multifactorial
•Depresión mayor o bipolaridad
•Trastornos de ansiedad severa o ataques de pánico
•Consumo problemático de sustancias, de conductas adictivas como ludopatía
•Estrés extremo por situaciones vitales críticas (separaciones, pérdidas, duelos, problemas económicos, violencia, conflictos graves)
•Historia de trauma o vulnerabilidad emocional previa. Antecedentes Genéticos
Es fundamental entender que cualquier persona –sin importar edad, género o condición social– puede atravesar un momento de crisis suicida si confluyen varios factores al mismo tiempo.
Hay que tener presente que existen indicios, en la mayoría de los casos, la persona que piensa en suicidarse presenta cambios que pueden ser detectados por familiares, allegados o profesionales. Algunos de ellos son:
•Cambios bruscos en el estado de ánimo
•Aislamiento o retraimiento social
•Expresiones de desesperanza (“no doy más”, “nada tiene sentido”)
•Conductas de riesgo o impulsivas
•Pérdida del interés por actividades que antes disfrutaba
•Regalos de objetos significativos o elaboración de “despedidas”
•Alteraciones del sueño o del apetito
•Historia de intentos previos
Estos signos no deben minimizarse. No es “llamar la atención”: es pedir ayuda.
Soy psicóloga y al atender a mis pacientes soy, ante todo, humana además de profesional: contengo, cuido, acompaño y tomo decisiones con firmeza cuando es necesario. Estoy atenta a lo que cada paciente necesita y trato de no pasar por alto ningún detalle. Muchos cuadros emocionales se camuflan, por eso debemos estar atentos. Nuestro espacio clínico tiene una importancia fundamental para la salud de nuestros pacientes.
Cuando aparece la idea suicida, cuando el pensamiento empieza a dar vueltas, es el momento en que necesitamos sumar el apoyo de un psiquiatra y una mirada clínica que pueda ofrecer alivio a ese sufrimiento. No podemos dejar para mañana lo que requiere intervención hoy. Si ignoramos esas señales, permitimos que el “motor” mental siga funcionando sin pausa, y eso es una alerta de grave peligro. Sabemos que intervenir a tiempo cambia todo.
Cuando una persona verbaliza ideas suicidas —de forma directa o indirecta— está dando el paso más importante: está dejando ver su dolor.
No juzguemos. Acompañemos sin presionar y ofrezcamos disponibilidad. A veces, esos gestos son determinantes. El suicidio no es un problema individual: es un problema social, comunitario y de salud pública.
Es de suma importancia buscar ayuda profesional, para la persona o para el entorno cercano
Acudir a psicólogos, psiquiatras, trabajadores de la salud y equipos especializado, como también a una iglesia, no es un signo de debilidad, sino un acto de cuidado, valentía
Nadie debe atravesar esto solo. Y ningún familiar debería cargar con la incertidumbre o la culpa: pedir ayuda también es una forma de amor.
Quiero pedir u ofrecer que ante un malestar personal o de algún familiar relacionado a ideas perturbadoras acudas a:
Un centro de salud, guardia del Hospital San Antonio o profesional de confianza.
No te quedes solo/a.
A nivel Provincial tenes un número que es 0800-777-2100 te brinda ayuda
Y sino en Sepacc hay un Tel que también te brinda acompañamiento: 3444_539100
Debemos no Juzgar, acompañar sin presionar y estar a disponibles. Estos gestos son determinantes.
Por Lic. Natalia Matorra — Psicóloga (M.P. 1356)
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