Mandriles, ensobrados y basuras mentirosas
Por estos tiempos, el país asiste a una etapa de transición y tensión no sólo marcada por las políticas económicas de reajuste ni por el drástico reordenamiento del Estado y sus funciones, sino también por el tono, el estilo y el tipo de comunicación que el Presidente Javier Milei ha instaurado desde lo más alto del Poder Ejecutivo. Con insultos, descalificaciones, burlas e ironías permanentes, el discurso presidencial ha tomado un cariz confrontativo, que apunta no sólo a quienes son blanco directo de sus ataques —periodistas, legisladores, intelectuales y artistas— sino también a la salud institucional y republicana del país.