Descenso: un secuestro en Liebre de Marzo
La noche fría de sábado insistía que nos quedáramos encerrados, mirando quizás alguna película o haciendo zapping. Pero la sala, cálida, estaba dispuesta a albergarnos y abrigarnos en una velada teatral.
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Se dieron dos funciones de la obra Descenso, del grupo Sudado de la ciudad de Buenos Aires. Pudo hacerse posible la propuesta gracias al trabajo de co-gestión del Instituto Nacional del Teatro, la Municipalidad de Gualeguay y la sala Liebre de Marzo.La sala se vistió de fábrica abandonada. La escenografía de gran despliegue generaba un ambiente frío y desordenado, con largas columnas de gris cemento que llegaban hasta el techo y una suciedad que llevaba a la mente a sentirse en tiempos de abandono y desidia.No resultó para nada difícil entrar en el lenguaje propuesto. La situación de un secuestro extorsivo que sucede justo en el momento en que River desciende y el partido se escucha por una radio en escena. La verosimilitud de los textos en conjunto con la escenografía, el vestuario y el trabajo actoral se amalgamaron perfectamente en un código hiperrealista, y lograron hacer que todos entráramos en esta gélida y turbia historia.Sin lugar a dudas, un trabajo de equipo excepcional por parte de Sudado. Muy bien merecidos sus reconocimientos por parte del mundo teatral en todo el país, y un privilegio para la ciudad tener la posibilidad de acceder a este tipo de espectáculo.El público de ambas funciones se fue muy sorprendido por las escenas de acción y violencia, logradas con mucha calidad actoral y gran trabajo de efectos especiales. Por supuesto, como un buen material de acción cual si fuera cinematográfico, no faltaron los gritos, los golpes, los disparos y la sangre que dejaron perplejos a los asistentes a las dos funciones. La gente atónita expresaba hasta risas nerviosas por el crudo material que estaba haciéndose presente. Realmente una noche llena de sorpresas y con un espectáculo muy diferente a los que está acostumbrado el espectador gualeyo.Este tipo de material teatral nos invita a pensar acerca de los fenómenos de la realidad en la sociedad, que se pueden vivir hoy en día, en cualquier lugar. Y nos deja con una sensación de conflicto no resuelto, nos genera emociones y sentimientos contradictorios, y nos deja con grandes temas para conversar con algún compañero de butaca, a la salida, con una rica cena y un buen vino.
