“Quien siembra vientos recoge tempestades”
Estrés: como bajar un cambio…5ª Entrega
Estrés: es una batalla disputada en distintos terrenos. Uno es, respecto de la empatía, concepto que se ha difundido masivamente, a partir de neurociencia, es fundamental, para mantener la convivencia en la sociedad; cuando no se logra esta convivencia, puede aparecer uno de los factores de estrés o amenaza.
Nuestro cerebro tiene un sistema para detectar amenazas a nuestra integridad y a la de los nuestros; la empatía hace que duela el dolor ajeno y actuar para aliviarlo. Es sorprendente el sistema cerebral de percepción y contagio de emociones ajenas y otros hechos como el bostezo. Esto se debe, como recordarán, a las neuronas en espejo, donde acontece la empatía; reflejan el comportamiento de los demás en nuestro propio cerebro. En la empatía se reconoce un componente de conocimiento, percibir el conocimiento motor, y otro emocional, sentir la emoción que siente el otro; si miro por la ventana de un restaurant una pareja frente a un plato con pollo y cuchillo en la mano, se me enciende la acción de cortar comida, alimento, apetito; si levanta la mano y empuña ese cuchillo se me enciende el patrón de violencia; cuando interpreto los gestos y los tonos de la voz, aparece el componente emocional.
La forma más precisa de sentir lo que sienten los demás, es sentirlo en nosotros mismos. El primer componente es propio de la especie humana, pero el emocional es propio de quienes han logrado, con la sensibilidad innata, un nivel de esa inteligencia. Es necesario identificarla, fomentarla y valorarla, para mejorar nuestra vida en sociedad. Y ahí es donde la empatía humana va creciendo, en su reconocimiento, en su potenciación y fomento cultural. Científicos dedicados a estos temas, señalan que los circuitos neuronales de la empatía se parecen a los de la violencia y agresividad y sostienen que fomentar el de la empatía, inhibiría el de la violencia y agresividad; con más empatía hay menos violencia.
Un valor entre las creencias humanas, mayor desde la pandemia, es que nada es más importante que la vida misma; cada vez con más fuerza, todas las vidas son importantes en nuestro planeta. Ese valor está más arraigado en las generaciones nuevas, pudiendo provocar un aumento de la empatía general; ese resultado cultural, multiplica lo que ya es biológico: congraciarnos con lo que le pasa al otro y asumir nuestra interdependencia. Tener visión no significa saber leer. Saber leer, no implica leerles cuentos a chicos de noche. Una cosa es haber nacido con neuronas espejo y otra es convertir esa sensibilidad en una vocación, y otra es convertir la vocación en oficio y en cultura. El gran Fito Páez dice: “quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón”. Dr. Bernardo “Cacho” Gandini
“Yo no hablo de venganzas ni perdones,
el olvido es la única venganza y el único perdón”
J. L. Borges