Julio Acosta: “No hay dos guitarras iguales”
Nacido en Uruguay, el luthier Julio Acosta aprendió dicho oficio tras su llegada a nuestra ciudad, hace más de treinta años. Desde entonces fabrica guitarras que han arribado a diferentes lugares del país y del exterior. En esta edición de Soy Parte, Julio nos adentra en el mundo de la luthería, sus historias y experiencias.
-Viene de una familia de músicosVengo de una cuna de músicos guitarristas. Mi abuelo nació en Gualeguay, en el año 1840 más o menos, y luego se fue a Uruguay. Ahí nace mi padre en una colonia alemana. Mi abuela, que era de raza negra, viene a Gualeguaychú y se contacta con un nieto del poeta Gervasio Méndez y tiene a mi mamá y a mi tío, por lo que nosotros somos Acosta Méndez. Después de muchos años, por motivos que no tienen nada que ver con la música vengo a Gualeguay, me envían como pastor a una iglesia y me pareció que este era mi lugar. Si bien me gusta ir a mi pueblo, Nueva Berlín, en la República Oriental del Uruguay, mi lugar de vida es este.Yo siempre explico que me pasó algo muy lindo con la música y por eso la amo tanto, porque cuando yo nací mi papá tenía cerca de 55 años y cuando yo tenía 17, que es el momento en que uno dialoga con el padre sobre ciertas cosas, mi papa ya tenía como 70 años. Había mucha diferencia por lo que no había una forma de dialogar y como él también tocaba la guitarra nos poníamos a tocar.-Cuantos hace que empezó a fabricar instrumentosHace casi 35 años. Si bien yo empecé a hacer guitarras acá en Gualeguay, con Mario Moreno, viví un tiempo en Buenos Aires y como mi esposa es paraguaya frecuenté unos amigos paraguayos con los cuales tocábamos música y uno de ellos empezó a incursionar en la lutheria de arpas. Mi esposa quería tener una y como yo ya sabía lustrar a mano porque en Uruguay había aprendido a hacerlo con un método que se usaba antes, le ayudaba. Ya había hecho algunas guitarras en Buenos Aires pero cuando vine acá y empecé con Mario me volqué definitivamente a fabricarlas.Siempre tenía ganas de hacer una guitarra y hoy por hoy sigo construyendo, no sé si serán buenas o malas pero lo importante es construir en un mundo en el que tanta gente destruye.LEA MÁS NE LA EDICIÓN IMPRESA
ESTE CONTENIDO COMPLETO ES SOLO PARA SUSCRIPTORES
ACCEDÉ A ÉSTE Y A TODOS LOS CONTENIDOS EXCLUSIVOSSuscribite y empezá a disfrutar de todos los beneficios
Este contenido no está abierto a comentarios