100 viviendas
Marina Petroff: "Sobre la votación de las 100 viviendas: peras, manzanas y licuados de banana"
La Concejal Marina Petrof compartió en sus redes su visión sobre la votación por el rechazo de la reasignación de fondos para el Barrio 100 Viviendas
¡Qué confusión! Lo que pasa es que si mezclás peras con manzanas, difícilmente obtengas un licuado de bananas. Así andan algunos concejales, buscando ese licuado pero argumentando con otras frutas. Vienen dando públicas excusas por haber votado en contra de una reasignación de fondos que hubiera permitido terminar pronto las 100 viviendas.
Me gustaría tomarme un rato para explicar algo básico: si querían que la Secretaria de Hacienda estuviera presente en el recinto, no tenían que pedir tratamiento sobre tablas. Solo tenían que esperar hasta el martes, escucharla, y recién el jueves siguiente votar con toda la información. A esta altura, a un año y medio de gestión, seguir explicando el funcionamiento del HCD ya no da.
Ya sé, me van a tirar por la cabeza que tengo tres períodos encima, que por eso la experiencia. Pero también fui nueva alguna vez, solita de alma en un Concejo que era como un ring de titanes. Y aprendí rápido, porque no quedaba otra. Me fui a "tomar clases" de procedimiento y presupuesto con un ex concejal prestigioso, Alfredo Rodríguez, que conocía los vericuetos municipales como nadie. No quería hacer agua por todos lados.
Y aunque me cuesta no autoreferenciarme (porque mi soberbia me hace hablar de mí todo el tiempo), quiero señalar algo importante: muchos concejales manejan solo fe. Porque llegó uno y dijo: “Esto no se puede acompañar porque sarasa y coso” (peras), y atrás vino otro, que sin haber leído nada, dijo: “¡Ah no, entonces no lo voto!” con fe sartreana en lo dicho por el anterior. Y por allá otra concejal salió con que con ese dinero también se podían hacer calles (manzanas).
Pero acá la votación era simple: licuado de bananas, sí o no. Y como sucedió, algunos votaron que no. Eso sí: siempre haciéndose cargo.
No digo que las viviendas no se van a hacer por culpa de quienes no votaron. Si el compromiso político del gobierno nacional se cumple, como creo que sucederá, las viviendas se harán. Pero lo que no sabemos es cuándo. Y lo cierto es que teníamos los recursos disponibles, el procedimiento presupuestario era transparente y lícito (yo lo avisé, pero no me tuvieron fe), y había más ganas que nunca de avanzar, incluso más que los propios laburantes, esos que esperaban el sorteo con ilusión.
Ahora, hay que ir a decirle al bombero grandote, uniformado, que lloraba como una criatura cuando salió sorteado, que va a tener que seguir esperando. ¿Por qué? Porque peras, manzanas y bananas.
Hay que ir, eh!
Concejal Marina Petroff