“MAGMA” en Gualeguay
Sonido y palabra, es música y poesía, es realidad y sueño
Por segunda vez en el transcurso de este año Magma se presentó en Gualeguay, esta vez convocado por el Club Social y Huellas Récord.
Hablar de Magma es hablar de una trayectoria que comenzó hace casi 50 años, en un momento bisagra de nuestra música argentina con el comienzo de Alternativa Musical. Recuerdo nuestra reacción, la de los amantes de la música vernácula al descubrir nuevos sonidos, nuevas armonías, en esta nueva corriente creativa de los jóvenes músicos de aquella época, que fusionaron la música nacional y el rock, incorporando instrumentos no tradicionales como el bajo, la batería o el teclado eléctrico, lo que nos hizo percibir que estábamos ante una revolucionaria concepción de la música. Magma ha sido una nueva voz, “un canto con fundamento” al decir de Tirso Fiorotto. Su canto poético, sus armonías propias en una amplia gama de ritmos hace de cada una de sus interpretaciones una obra riquísima y única.
Alberto Felici en voz, Alfredo Ibarrola en teclado, Nardo González en guitarra, Pancho Torres en bajo, Molli Verón en batería conforman este grupo de extraordinarios instrumentistas que el sábado nos regalaron uno de los más importantes conciertos que hayamos escuchado en el Club Social en los últimos años. Tuvimos oportunidad de apreciar entre otras composiciones “Posdata para una resurrección”, una obra que a pesar que fue creada en el ‘82 es de gran actualidad en nuestra Argentina, de Felici e Ibarrola; la dulcísima e inspirada “El niño de las bardas”, letra y música de Alberto Felici; la conmovedora “Chau al tiempo”, también de Felici e Ibarrola; “Soy Limay” de Osvaldo Aguilar, antiguo integrante de Magma; ”El loco de las puertas” de Felici e Ibarrola,“Por las memorias de la vida” de los mismos autores. Con “El almanaque me hace bromas” de Francisco Heredia con ritmo y brillante sonoridad se despidieron cantando con una última estrofa… “Y aún nos quedan canciones por cantar…por cantar…por cantar” como en una casi promesa de regreso.
Magma logró seducir transmitiendo una energía poética musical que fue evidentemente muy apreciada como pocas veces en nuestro ámbito del Club Social, ya que se produjo una innegable comunicación a través de las bellas inspiraciones melódicas que la agrupación regaló durante el concierto. Indudablemente, la actuación de Felici en cada una de sus interpretaciones con su estilo inconfundible, sumado a la excelencia de los músicos, es fundamental para lograrlo. De todas maneras, a no dudarlo, en esta actuación percibimos como nunca la magia de Magma que continúa vigente, con sus valores que le son propios, su historia, su personal capacidad de entender que el rol del musiquero es el de abrir las puertas del corazón, es exaltar la belleza que nos rodea en la vida cotidiana, es la búsqueda de la armonía entre el cielo y la tierra. Magma es sonido y palabra, es música y poesía, es realidad y sueño.
Zélika Alarcón de Tamaño