Nota Clara
“¡Doctor: mi hijo……!”
Dr. Julián Fernández, médico gastroenterólogo y endoscopista pediátrico
Siempre el contacto con este hijo de Gualeguay y joven médico ha sido de un tiempo a esta parte constante; hemos realizado diferentes entrevistas originadas en diversas patologías y desde ejemplos cotidianos u hogareños. Para esta columna, nunca. Lo aprovechamos porque, hace desde algún tiempo no habíamos insistido, pero su vinculación a la ciudad y desde un centro hospitalario como el Posadas es vigente.
¿Apenas finalizada la escuela decidiste ser médico?
-Sí. Apenas terminado el secundario supe (o intuí) que mi futuro estaba ligado al otro y a lo asistencial; la realización efectiva de este anhelo implicó radicarme en Buenos Aires para iniciar la carrera de medicina con muchísimos esfuerzos. Muchos. Pediatría y gastroenterología llegaron después y de forma inmediata, cumpliéndose eso de que se hace camino al andar.
Ya médico, ¿cuándo te instalaste en Gualeguay?
-Una vez médico, me especialicé en Pediatría y luego Gastroenterología Pediátrica en el Hospital Posadas. Vine aquí, estoy. Tuve la fortuna ya en el 2018 de encontrarme otra vez en Gualeguay, ejerciendo mi especialidad.
¿Llevás un tiempo en esta especialidad, la Gastroenterología, y en el Hospital Posadas?
-Desde hace un poquito más de 10 años estoy vinculado a la Gastroenterología Pediátrica en el Hospital Nacional Posadas, donde ejerzo mi vocación, siendo parte de un excelente grupo de trabajo, bajo la jefatura del reconocido Dr. Bigliardi.
Siempre nos acercás pequeñas y contundentes campañas: ¿qué debo hacer si mi hijo/a ingiere (por vacaciones o pandemia) productos de limpieza corrosivos?
-Durante el verano, aumentan los casos de ingestión accidental de sustancias cáusticas o corrosivas. Esto podría deberse a que lo niños pasan más horas en casa, contando con más tiempo para explorar cada rincón y cada cajón.
-Además el calor y la sed, se suman a esa vieja mala costumbre de almacenar estas sustancias en botellas de bebidas, si tienen mucha sed, toman más cantidad, y dan como resultado estos graves accidentes hogareños.
-Por cáustica se define a toda sustancia que quema y destruye tejidos; éstas suelen estar presentes en el hogar en los productos de limpieza, desengrasantes, destapacañerías y quitasarros entre los más frecuentes.
¿Cómo me doy cuenta si no lo observé?
-Los síntomas más frecuentes posteriores a la ingesta son: babeo, hinchazón de la lengua o labios y vómitos.
-Cuando hay daño o afectación respiratoria notaremos cambios en la voz o estridor; este sonido es provocado por el paso de aire a través de una vía respiratoria superior
estrechada, siendo una señal de obstrucción que se debe tratar de inmediato para evitar que se cierre completamente.
-Aunque es algo intuitivo pensar que la ausencia de lesiones en la boca o las mejillas descarta la presencia de lesiones gastrointestinales, esto no es así, ya que hasta en un 30 % de los niños sin lesiones visibles, se encuentran, mediante video endoscopia digestiva, severas lesiones afectando el esófago y/o el estómago.
¿Qué hago?
1- Acudí inmediatamente a la guardia más cercana.
2- Nunca provoqués el vómito, porque en ese caso el esófago sufre dos veces por el paso de la sustancia, ya que el producto quema al entrar y luego al salir.
3- No hay que dar nada de beber, ni de comer.
4- Tratá de averiguar qué tipo de sustancia y qué cantidad ingirió.
5- Llevá el producto ingerido en el envase que estuvo almacenado.
6- Consultá lo antes posible al servicio de toxicología, CENTRO NACIONAL DE INTOXICACIONES (atención las 24hs), teléfono 0800-333-0160.
7- Desde la guardia donde te estén atendiendo se coordinará, de ser necesaria, la endoscopia digestiva alta para comprobar y valorar los daños gastrointestinales con su respectivo tratamiento.
¿Puedo prevenir estos accidentes?
-Por supuesto que sí. NUNCA guardés estas sustancias en botellas de bebidas.
-No dejés estos productos en lugares de fácil acceso; como, por ejemplo, la alacena o el mueble de bajo mesada de la cocina.
-Tratá de que estos productos estén siempre lejos del alcance visual de los niños.
-Utilizá armarios con sistemas de seguridad, como llave o candado.
-Si visitan lugares donde no se pueden controlar estas medidas de seguridad (por ejemplo, al visitar a familiares), habrá que mantener la vigilancia atenta en todo momento.