Mercedes Montiel: Las maravillas del sur chileno

"¡Y llegamos a Puerto Varas! Ansiaba recorrerlo otra vez, ciudad albor del Lanquihue y con el magnífico Osorno como telón de fondo... Y por segunda, y por tercera y quien sabe cuántas veces más, me maravilló esa vista. El Osorno es para mí lo más bello del sur chileno.Viniendo de Argentina y cruzando por el paso Cardenal Samoré, ¡se disfruta a pleno de un paisaje increíble! Las poblaciones pequeñas que bordean el camino hasta llegar a Frutillar son bonitas en su simpleza y prolijidad. Es la característica de todos los poblados que vamos atravesando.Frutillar..., parece de un libro de cuentos: casitas de madera, ventanitas adornadas por cortinas bordadas o de encaje, flore, flores y más flores en cada vivienda.Las diferentes tejas de alerce hacen de cada una de ellas un tesoro en maderas y artesanía. La madera de alerce se mantiene siempre con el paso de los años.Cada artesano ponía su impronta en el corte que le daba a la madera. Y a través del tiempo, Frutillar continúa siendo una típica población alemana. La gastronomía remonta también a aquellas tierras europeas. Los rododendros florecidos maravillan y enamoran.Continuando el viaje, arribamos a Puerto Varas: ¡preciosa! Tejados grises, mucha vegetación y...otra vez nos asombramos con las antiguas construcciones en madera, ¡principal protagonista de todo el sur chileno!Muchos restó, cafecitos y cervecerías sobre la costanera larguísima que bordea el Llanquihue, segundo en dimensiones de América del Sur. Y ahí, otra vez y siempre, elevándose bello y majestuoso, el Osorno... ¡Cómo no disfrutarlo! Cerca del Osorno vemos el Calbuco, también volcán, y éste con actividad pocos años atrás.Estando en Puerto Varas es necesario, para regocijo del alma, placer de los ojos y sentir la adrenalina, visitar el Parque Nacional donde se encuentran los Saltos del Petrohue. ¡Increíble y sobrecogedora visita!