Leo Tonetti en su visita a Gualeguay

"En esta oportunidad vine solo a Gualeguay, a visitar a mi familia y a mis amigos. Sofía, mi novia, esta vez se quedó por un tema de ahorro ya que estamos organizando nuestro casamiento para el 13 de agosto.Cuando uno viene a Argentina, le gusta salir a conocer; esta vez, en mi caso fue venir a Gualeguay exclusivamente. Llegué a Buenos Aires, me subí al colectivo y aquí estoy, no me he movido de nuestro pueblo. Mi hermano que vive en Italia tampoco vino porque también está en planes de ahorro para acompañarnos en el casamiento. Si Dios quiere me llevo a mis padres a Uppsala para este acontecimiento; ya tramitamos el pasaporte. También viajarán mi hermano y su novia que viven en Gualeguaychú, y un primo. Son cinco lo que viajan; entiendo que es difícil económicamente, por lo que voy a hacer un "siga el baile" que va a ser en Gualeguay el próximo verano.En Uppsala estoy trabajando en automatización, tarea en que me va bastante bien. Tuve la suerte de especializarme en Buenos Aires, trabajar allí en eso y seguí con la especialidad en Uppsala. Si bien no sabía nada del idioma, sabía de mi trabajo, por lo que, para conseguir empleo, lo que necesité fue convencerlos de mis conocimientos. Fui con una carpeta con mis antecedentes y con mi inglés del secundario. Ya, después de 3 años y medio puedo defenderme en el idioma sueco.Mucho aprendí de escucharlo, pero también estudié, aunque no soy bueno en idiomas. Ellos ofrecen a los inmigrantes un curso gratuito de sueco y muy bueno, que sí o sí se lo debe hacer para vivir allí. En esos cursos conocí a gente de todo el mundo, ya que Suecia es un crisol de nacionalidades, de culturas. Acá en Gualeguay, ¿a cuántos vemos de otros países?, a muy pocos, a los chinos de los supermercados y casi no tenemos trato más allá del comercial. Allá, de repente me hago muy amigo de un muchacho de Croacia, de mexicanos, colombianos, muchos latinos.En cuanto a la atracción por Suecia no creo que haya nada que los atraiga a los extranjeros más que el amor, como me ocurrió a mí que conocí a Sofía en Buenos Aires. Me fui con ella, me banco el clima que es muy frío, pero estoy feliz con ella. De la misma forma les ocurrió a otros. También hay refugiados que llegan disparando de la guerra, ya que Suecia es bastante abierta para dar asilo. Sofía no tuvo problemas en ingresarme a mí, por la relación de pareja que facilita mucho las cosas, ya que brindan beneficios pronto. Obtuve la documentación enseguida, y al tener papeles, se accede con facilidad a un trabajo. La desocupación es muy baja en Suecia, hay buenos y regulares trabajos, pero trabajo hay.Uppsala es una ciudad grande, importante y muy universitaria con un excelente nivel educativo.En cuanto a Gualeguay, mi otro lugar en el mundo ahora, la encontré muy bonita, lástima que hay tanta agua. Extrañe la playita de la Costanera a la cual llevamos a los 32 chicos de La Matanza que trajimos de campamento el año pasado, los paseos en las bicicletas del Parque. Esta vez hicimos muchas visitas a Puerto Ruiz, lugar al que hacía mucho que no iba y me sentí muy bien con los vecinos, con los amigos, con los integrantes del emprendimiento "A buen Puerto". Es como que descubrí un pedazo de Gualeguay que no conocía bien y disfruté mucho.Ahora ya regreso a Suecia y será hasta el año que viene, con el "siga el baile" por nuestro casamiento."