En el 112º Aniversario de “EL DEBATE”
APROXIMACIÓN A LA TOPONIMIA DE LA ZONA
Muchos autores se han dedicado a investigar científica y exhaustivamente, en diferentes estudios, el verdadero significado de ciertos vocablos que hacen al lugar, a nuestras más hondas raíces, referencias que nos distinguen dotándonos de auténtica identidad.-
Los nombres de los lugares provienen de los atributos naturales, de cómo eran llamados por los indígenas y de los conquistadores o primeros propietarios colonizadores. Puede ejemplificarse el primer grupo con las denominaciones Barrancoso, Corrales, Las Conchas, Palmar, Las Tunas, Sauce, Conchera, Cerrito, Médanos, Espinillo, etc., e insertarse aquí el nombre de nuestra provincia, Entre Ríos -como es ampliamente conocido- deriva del hecho de estar cercada por grandes cursos de agua y fue usado por primera vez por Tomás de Rocamora, en una de sus cartas al Virrey Vértiz; conocida como Plan Económico y escrita en Gualeguay el 11 de agosto de 1782. El Virrey responde el 4 de septiembre de ese año, aceptando sus propuestas y con la misma designación. En el segundo, el de la toponimia indígena, correspondería incluir Paraná, "pariente del mar" según la mayoría de los autores, Uruguay, cuyo nombre primitivo parece haber sido "Uruai"; que derivaría de "uru", pájaro, "gua", lugar, "y", agua; en cambio hay diferentes interpretaciones que aseguran su procedencia de río de las juntas o de la confluencia, de "iru" (por "uru") y de "iguaá" (por "guay"); y otros hablan del "río de la boca" (1).Sobre el posible origen del nombre Gualeguay (que también corresponde al grupo de las denominaciones indígenas), Luis F. Deletang (2) reunió antecedentes interesantes; rastreando sus raíces en diversas lenguas autóctonas del continente. Para este científico, el vocablo proviene de "guagua", exclamación, y de "y", agua, separadas por la partícula "le" que no existe en guaraní y que suaviza la pronunciación. Según su apreciación, en coincidencia con Leoncio Gianello, quien la toma como la más acertada (3), la palabra debió ser "guaguay", que podría significar "¡Qué agua!" o "¡Cuánta agua!", en forma admirativa. Pero, difiere con esto Benigno Teijeiro Martínez (4) para quien no es satisfactoria la explicación acerca de la repetición de la sílaba "gua" y afirma que es posible que el nombre original fuera "Curegua-y", es decir: "río de la cueva del chancho"; consideración que se justificaría por el hecho de registrarse gran cantidad de animales silvestres de esta especie por toda la región. Manuel R. Trelles (5) afirma que "Yaguarí" es el nombre primitivo; traducido como "río del jaguar o río del tigre". Respecto del río, propiamente dicho, no se lo representa en cartografía hasta 1640. Ese año aparece como un afluente corto del Paraná y se le adjudica el nombre de "Yguiguití". Casi un siglo más tarde este río no figura en el mapa trazado por los jesuitas; pero sí otros dos: el río de los Charrúas y el río Pacú. Las deficiencias cartográficas se deben -sin lugar a dudas- a que el interior entrerriano permanecía casi inexplorado. Incluso en algunas cartas geográficas aparece desaguando en el Paraná, con desembocadura frente al Carcarañá, y en otras como afluente del Uruguay. En el mapa de Millau y Miraval de 1768 es llamado Gualeguay un curso de agua que en verdad corresponde al río Gualeguaychú. Fue Tomás de Rocamora quien recién en 1782 lo denomina "Gualeguai grande río", efectuando su trazado con notable precisión. Y, en 1804, en el Mapa de Estafetas y Postas se distingue por primera vez el cauce del río Gualeguay con ese nombre; bien conocido y diferenciado del río de los Charrúas, el cual -para C. B. Pérez Colman (6)- es el Nogoyá ya que es por demás evidente que no corresponde al derrotero del Gualeguay. Respecto del Clé, cuya traducción es absolutamente desconocida, en las lejanas épocas de la conquista y de la colonización se escribía "Cleé". Así figura en muchas escrituras y expedientes del siglo XVII relacionados con la zona. Rocamora, precisamente, en un informe al Virrey Vértiz, lo escribe con una sola "e"; lo mismo hace en su mapa de 1782. Sobre Ibicuy, río de la arena o río que se expande por una desembocadura extensa, como se ve, no hay unanimidad (7).Cabe decir que "minuán", según Carlos Honoré (8), proviene de la conjunción entre "mu", lanza, "rua" o "nua", ostentando, y "no" o "ro", quedar. Es decir: "los que llevan o presentan lanzas" o "los lanceros", "pueblo que emplea la lanza como arma de guerra".- Ejemplos toponímicos del tercer grupo, esto es de la originada por los conquistadores, primeros pobladores, colonizadores y propietarios (9) son: El arroyo Salinas debe su nombre a Casimiro Salinas, propietario en 1790; la laguna de Hugo se denomina así por Mariano Hugo, propietario en 1786; la laguna Carabajal por Edgardo Carabajal (1785); el arroyo Duré por Pedro Duré (1790); el arroyo del Inglés por Carlos Wright (1775); el arroyo Rodríguez por Hipólito Rodríguez (1785); el Azcúa por el Comandante Ramón Azcúa, Jefe de Milicias en 1790; el Millán y Clé de Millán por Jacinto Leonardo Millán, Alcalde de Gualeguay, (1790); el Burgos por Eugenio Burgos (1784); el González por Miguel González, poblador en 1782.-NOTAS:(1) César B. Pérez Colman, Historia de Entre Ríos, Tomo I, pág. 43 y 44.(2) Luis F. Deletang escribió "Contribución al estudio de nuestra toponimia", citado por César B. Pérez Colman en Historia de Entre Ríos, tomo I, pág. 46.(3) Leoncio Gianello, Historia de Entre Ríos, pág. 25.(4) Benigno Teijeiro Martínez, Historia de la Provincia de Entre Ríos, Tomo I, pág. 26.(5) Revista del Archivo General de Buenos Aires, Tomo II, pág. 26.(6) César B. Pérez Colman, Historia de Entre Ríos, Tomo I, pág. 48.(7) Id., págs. 66 y 67.(8) Id., pág. 59.(9) Id., pág. 79.Profesor Claudio Marcelo Piaggio.-
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