“No hay victorias ni derrotas permanentes”
Docentes mal remunerados, universidades con problemas presupuestarios, obras de infraestructuras estancadas, el proletariado contra las cuerdas en el ring de la cotidianeidad, tarifas altas, gobernadores enfrentados con el presidente. Aunque parece que el mar de la inflación empieza a ponerse calmo, aún sigue habiendo problemas económicos, sobre todo en el sueldo del denominador común, el trabajador. Es cierto que los cambios de gobiernos, y más cuando son cambios de políticas de Estado, producen una inestabilidad nacional Pero, ¿quién tiene la culpa de lo que sucede? ¿El que se fue? ¿El que llegó? ¿Ambos? ¿La población por votar desesperadamente? Es un tema de nunca acabar.